Palabras
Por Carlos Balaguer
Miércoles, 5 de Marzo de 2008
Sólo conoció mundos nuevos el caracol que osó cruzar la terrible frontera de la reventazón. Más allá de donde las olas se rompen en la luz como frágiles tritones, había un anchuroso mar con mundos nuevos y disímiles. Mundos que sólo pudo vivir aquel que dio su vida y sus anhelos a cambio.
Los hombres del mar también buscaron esos mundos ignorados y maravillosos, perdidos más allá de los riscos. Fueron los argonautas. Los argonautas de su mismo mar interior. Los osados marinos del ensueño. Los que conquistaron la aventura aun a riesgo de sus vidas y apostaron mar adentro la existencia a cambio de encontrar la maravilla de lo nuevo. Dieron la vida por su sueño, por la promisoria aurora y un lugar en el oriente. Sólo el navío que venció las tempestades conquistó el horizonte y arribó a las nuevas auroras. Lánzate por tanto humano navío, a los mares de la vida detrás de tu ideal y tus anhelos. Aunque mucho de ti muera al partir, debes aprender a dar la vida por tus sueños, si fuese necesario.
El jugador de salón sólo puede participar del maravilloso juego de la vida, arriesgando sus fichas… Su mayor riesgo de perder es no arriesgar nada.
1 comment:
Post a Comment