Mujer, modelo de inspiración

Palabras
Por Carlos Balaguer
Miércoles, 25 de Junio de 2008

Más allá de un cuerpo bello y sensual, el verdadero artista encuentra la divinidad astral de la modelo, la musa escondida. Y al igual que trata de apresar un instante de la vida diaria en el lienzo o en el mármol, intentará detener la hermosura de una flor, de un caballo, de una montaña o de una mujer. Para él la aventura mística consistirá --después de pintar un cuerpo-- dar con la belleza interior que suele contrastar con la belleza externa. Su trance plástico será describir en la tela o la piedra a la mujer como modelo de deseo e inspiración.
Nadie puede tildar de "perversos" o depravados a los genios griegos de la escultura, que con sus obras maestras, recreaban la belleza de la Creación divina en el cuerpo humano.
Por tanto es natural que la mujer sea, más que objeto, modelo de inspiración para un retratista de desnudos.
Mujer, ¡maravilloso objeto del deseo y de la iluminación plástica! "Objeto" se entiende como "esencia, centro, entidad, substancia". Es obvio que la mujer no es una "cosa", al igual que el hombre tampoco lo es, aunque para la mujer sea una fuente de dicha carnal y espiritual.