Palabras
Por Carlos Balaguer
Domingo, 16 de Noviembre de 2008
Son los vientos viajeros de octubre. Despeinados de sus alas y de su cabellera. Como chicos traviesos que juegan con el destino y con la falda de las colegialas. Han barrido nuevamente las hojas de bronce de la alameda. La misma avenida, los mismos muros, el mismo sendero de ayer. Aunque una luz ceniza de lejanía ha pintado el paisaje. Comprendo que al medio de toda aquella alucinada nostalgia, sólo yo no soy el mismo. Es decir, que al igual que los inviernos dejé de ser el de ayer, del mismo hoy ineludible, que corre como un río invisible… del mismo inmenso porvenir de mis perdidas birlochas voladoras.
Parecen decirme que ellos tampoco son los de entonces. Golpeadas tapias manchadas de poesía y soledad. Al igual que yo no son las mismas… Como no son las mismas vidas, diciéndose adiós o prometiendose el amor en el bulevar.
Nuestras sombras, despeinadas por los vientos viajeros, tampoco son las de entonces, las de la edad de la inocencia. Todo ha cambiado. Unos se fueron, otros se quedaron; unos murieron y otros nacieron. Vientos lejanos de octubre, jugando con las hojas y con los disolutos anhelos…
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1 comment:
Ya extrañaba la filosofía y la profundidad de las palabras de Carlos Balaguer decorando tu blog.
PD. Si no sonries, no sale el sol...
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