PALABRAS
Por Carlos Balaguer
Aprendió el seductor de ondinas y mujeres que el amor
perfecto no existe.
Que cada quien inventa el suyo.
En su mente y en su corazón. También en el aire,que es de donde
surge la llave maravillosa de los sueños. Allí desde donde
brota el sueño despierto del romance. Allí, en ese lienzo
mágico, donde inventa el amor su perfecta utopía. El mago
interior siguió aclarándole aquella dulce mañana:
“Necio seductor de mujeres bellas y seductoras náyades:
El amor perfecto nace, no se hace.
Surge desde el corazón
y no desde el pensamiento.
No tiene palabras, aunque lo dice
todo.
Es eterno, aunque dure un instante.
Es dulce, aunque
se convierta en lágrimas.
“Es dichoso el amor verdadero, pero a la vez es triste.
Pues como el ángel del amanecer, lleva bajo el brazo el
adiós.
Surge del aire y no de la imaginación.
Nace de pronto
de la luz.
Como las rosas de algún mago.
Que después
de ser rosas se convierten en palomas o pañuelos coloridos.
El amor perfecto, pues, es magia.
Que lo crea todo.
Que
lo dice todo...”
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