Sunday, November 19, 2006

Distancia entre el corazón y el lejano rosal


Distancia entre el corazón y el lejano rosal. Es el necio empeño humano de desandar el camino andado.
Como si la vida fuera así de fácil de borrarse como una página y volverse a escribir. Vano empeño también el tratar de volver al ayer que un día se perdió. Como si los relojes en verdad caminaran al revés como en los espejos.

Andar y desandar. Amar y olvidar. Decir adiós y después volver en la añoranza hasta quien dijimos "hasta luego". Esa breve frase que al pronunciarla nos hace morir un poco en el amor. Pero igual, al añorar solemos volver en cierta forma al tiempo perdido de una ilusión. O tal vez a un viejo rosal que quedó atrás. Más allá del día perdido de una despedida.
Es el dulce dolor de la separación entre un amor, un rosal y nuestro corazón…

Hay un huerto de rosas, jazmines y campánulas al otro lado del tiempo. Al cruzar el mágico umbral de una añoranza, logramos en cierta forma penetrar aquel paraíso de todo lo perdido.

El ayer es recuerdo, el presente ilusión y el mañana esperanza. Distancia entre nuestro corazón y el viejo rosal que alguna vez pudo volver a florecer.


Publicada 1 de junio de 2006, El Diario de Hoy
Carlos Balaguer
El Diario de Hoy

editorial@ elsalvador.com

2 comments:

Gwynette said...

No sabes lo bien que me ha ido leer este post ! :)

Saludos

Shocoka said...

Porque? Quien sos? Que bueno y me alegro que te haya gustado.